Cada vez que sonríes, me embriagas, me saturas, me gustas; me nace de la espalda un impulso que me acerca mas a ti y cada nervio, si pudiera decírtelo te pediría que no dejaras de sonreír, porque te llevarías con ello, un idioma sin letras que ya hemos hablado sin decirnos nada. Ya nos es furtivo para mi, saber que si estas cerca, vendrán como brillo en la noche unas notas sin canción y estaré de nuevo ahí sin pensar en otras cosas y queriendo saber más de ti, esperando mas evidencias que te delaten, deseando ser tu cómplice en tus fugas más teóricas y volver de nuevo aquí para nuevamente escapar a cumplir nuestros sueños. Contigo se me cuela el tiempo denso y me pasa la prisa como aire sin sentido.
Pensamientos opiniones y cartas en la travesía inexplorada de mi narrativa .